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Gloria de la Fuente, titular del Consejo para la Transparencia (CPLT), analizó los desafíos que dejaron las elecciones y enfatizó en la necesidad de “recuperar el valor de la transparencia” a través del acceso a información.
La presidenta del Consejo para la Transparencia (CPLT), Gloria de la Fuente, planteó una serie de desafíos que se imponen con miras a las nuevas etapas del proceso constituyente y a la discusión del nuevo texto constitucional que iniciarán las y los convencionales electos el 15 y 16 de mayo pasados. “En medio de una crisis de confianza de grandes proporciones, la sociedad chilena exige cambios y está dispuesta a empujarlos. Ante esta patente evidencia es tiempo de hacer análisis reposados, de evitar estridencias y comprender que tenemos un camino aún por recorrer: esto apenas comienza”, apuntó.
La titular del CPLT detalló que estamos al inicio de un “camino largo y será apenas el comienzo de un proceso que requerirá decisiones públicas que cumplan con las expectativas de las personas y hagan viable las respuestas a los valores y derechos que queden consagrados”.
Para ello apuntó al reconocimiento de la diversidad que quedó representada en la Convención Constituyente y a la necesidad de construir comunidad, “abriéndonos a la oportunidad de escucharnos, de erradicar el ninguneo y abrir el diálogo, de incluir las demandas y diferencias”.
De la Fuente subrayó en una columna en La Tercera la relevancia de la transparencia para enfrentar la desconfianza institucional en la que nos encontramos: “Hay que hacerse cargo de la complejidad y caminar por un sendero que ponga en el centro de las preocupaciones la recuperación de la confianza como un pilar básico de reconstrucción democrática”. Esto, refirió la presidenta del Consejo, es una cuestión que ha evidenciado el Estudio Nacional de Transparencia, que en su última versión mostró cifras críticas, con sólo 1 de cada 4 personas que declara confiar en el sector público y privado.
Respecto de la ciudadanía apuntó que “recuperar la confianza significa hacer un acto de fe y de ahí que sea tan importante que las señales desde quienes ejercen el poder sean las correctas”. En este sentido hizo un llamado al mundo político a “recuperar el valor de la transparencia y darle un sentido instrumental a través del acceso a la información, es una oportunidad para una sociedad que requiere volver a mirarse”.
Asimismo, comentó que la situación de malestar que derivó en el estallido social de octubre de 2019 “es tiempo de encausarlo y generar condiciones institucionales para dar respuestas eficientes”. “En un escenario de transformación relevante, (debe) buscar nuevas formas de relacionarse con la ciudadanía. Comprender que la rendición de cuentas es un imperativo y que la integridad es un requisito básico para ejercer cualquier cargo, pero como piso, no como techo”, espetó.