- Con una campaña de difusión llamada “DEScomparte”, que pone el foco en frenar circulación de noticias falsas y mensajes manipulados o engañosos, el CPLT busca reducir el impacto de este tipo de contenidos.
“Los procesos de desinformación están impactando gravemente en las decisiones de las personas y, por lo tanto, en su vida”, aseveró el presidente del Consejo para la Transparencia (CPLT), Jorge Jaraquemada. Una situación que se ha profundizado y globalizado velozmente a partir del uso de tecnologías como Internet y de plataformas de redes sociales y en materias como inmigración, seguridad pública, procesos políticos, emergencias sanitarias, entre otros.
“La pandemia por Covid-19 ha dejado aún más claro lo peligroso de la circulación de noticias falsas, porque afecta a la salud de la población y a su vida. Pero no sólo debemos advertir de este tipo de contenidos sino también de aquellos que son manipulados o descontextualizados y que terminan generando igualmente confusión y daño”, explicó el titular de Transparencia, Jorge Jaraquemada.
El presidente del CPLT subrayó que considerando la relevancia para el país del proceso eleccionario que se avecina “y en el cumplimiento de nuestra misión, creemos que hay que colaborar haciendo pedagogía sobre la desinformación que ha ido invadiendo nuestra cotidianeidad a través de las redes sociales, instando a la población a reconocer contenidos malintencionados”, dijo.
Asimismo, el titular de Transparencia comentó: “Es importante que la gente sepa que comparte muchos datos personales y sensibles en distintas plataformas y redes sociales, posibilitando que algunas compañías -que pueden acceder a ellos- sepan sobre lo que les gusta, lo que piensan, sienten y creen, y eso puede ser utilizado para intentar influir en que la persona cambie sus creencias o pensamientos, por ejemplo”, explicó el titular de Transparencia.
¿Qué es DEScomparte?
En este contexto, el Consejo para la Transparencia lanzó “DEScomparte”, campaña de difusión que se basa en un neologismo –palabra creada adaptando un concepto- para abordar algunas cuestiones y conceptos básicos asociados a la desinformación.
A partir de esta idea, explican, se detallan algunas formas en las que una persona puede recibir contenidos que persiguen el engaño, los que normalmente provienen de fuentes conocidas como familiares o amigos. Para el CPLT, lo relevante es que las personas, expuestas hoy a gran cantidad de contenidos provenientes de redes sociales y otras plataformas, se pregunten de quién y por qué reciben la información, chequeen la fuente y acudan a medios de verificación.
“Un video puede ser real, pero ser de otra fecha; una foto de una fila puede ser de otro país o de otra época; por ello ante cualquier información que recibamos en nuestro celular vía mensajería o a través de redes sociales, siempre se puede recurrir a las fuentes oficiales. También se pueden revisar iniciativas de verificación –que ya existen en nuestro país y están haciendo un trabajo muy importante- o chequear si esas noticias han sido amplificadas en otros medios que tienen metodologías para verificar si se trata de un contenido real o no”, explicó Jaraquemada.
Desde el organismo afirman que la idea es ampliar el foco y no sólo referirse a noticias falsas, sino también a otro tipo de mensajes que pueden ser verdaderos, pero que puestos en otro contexto o habiendo sido manipulados o alterados pueden engañar a quien los recibe. La idea es impulsar a las personas a cortar la cadena de circulación y difusión, y a NO compartir información manipulada o falsa, es decir, el llamado es a “DEScompartir”.
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