- La titular del Consejo para la Transparencia (CPLT), Gloria de la Fuente, comentó los resultados de la consulta online impulsada por la Contraloría General de la República (CGR) para conocer la percepción de los chilenos sobre la corrupción –sondeo que arrojó que un 77% percibe que Chile es más corrupto que el año pasado-.
“No es sólo lo que muestran las encuestas, también hay un correlato en los hechos, que ha ido profundizando una brecha entre ciudadanos e instituciones”, tanto públicas y privadas, reaccionó la cientista política. Y agregó cifras que son parte del diagnóstico del propio CPLT, obtenidas de la Encuesta Nacional de Transparencia que impulsa el organismo anualmente. Al respecto detalló: “8 de cada 10 chilenos cree que los funcionarios públicos son corruptos o muy corruptos. Porcentajes que hablan de un aumento significativo de una percepción de corrupción en la gente”.
Sin embargo, destacó la perspectiva que dan datos asociados a la posibilidad de informarse sobre eventuales irregularidades o actos de corrupción “es interesante mirar datos que muestran que es más fácil descubrir la corrupción y en nuestro sondeo apuntan a 6 de cada 10 personas que perciben que los casos de corrupción son más fáciles de detectar que hace 10 años. Entonces también hay una correlación. La gente está viendo y sabiendo más”, precisó.
Ante este incremento de la percepción de corrupción señaló que se requiere actuar y mejorar el marco regulatorio y las acciones de las instituciones involucradas en temas de transparencia, probidad e integridad: “Esto tiene que llevarnos a tomar las medidas correctivas y preventivas, por ejemplo, en el marco de un ecosistema de probidad, acceso a la información y transparencia, es decir, perfeccionar cuerpos normativos como la Ley de Transparencia 2.0 y la Ley de Lobby, lo que requiere del compromiso de muchas instituciones que conforman este ecosistema y del Poder Ejecutivo y Legislativo, por cierto”.
Estado distante
Agregó que a esta percepción de este flagelo se suma “un distanciamiento entre las personas y el Estado –visto como maltratador incluso-, que lejos de haberse superado se ha ido agudizando”, acorde a sondeos realizados por el CPLT. Asimismo, se refirió a la desigualdad, que se ve acentuada por la corrupción, que “instala en las sociedades democráticas una cosa muy compleja de combatir: la desesperanza”.
Parte de la solución para la presidenta del CPLT es transparencia para generar confianza. Al respecto comentó: “Garantizar el derecho de acceso a la información pública es un eje fundamental en un estado democrático, reconociéndolo como un derecho fundamental. En el contexto de la crisis de confianza que estamos atravesando, el acceso a información pertinente, clara y oportuna para ciudadanos y ciudadanas es fundamental para establecer un clima de confianza social que nos permita avanzar adecuadamente y dotar de confianza a procesos como el de escribir una Nueva Constitución”.
Una de las causas del “estallido social”
Consultada sobre la incidencia de la corrupción en la crisis social y política que se inició en octubre de 2019, la titular de Transparencia detalló que “la falta de transparencia y la corrupción son y fueron parte del problema que llevó a este hastío de la ciudadanía”.
Agregó que esto requiere mirarse con atención a partir de los desafíos futuros que impone un proceso constituyente que se desarrollará en un marco de crisis de confianza. “Esto va más allá de la desigualdad en la distribución del ingreso, refiere a una desigualdad en el trato, esa sensación de abuso, ahí estamos frente a una cuestión importante que nos debe llamar a la reflexión para entender qué nos ha pasado y ver cómo enfrentamos esto a propósito de la oportunidad que nos entrega el proceso constituyente”, dijo.
Subrayó además la necesidad de un trabajo con miras a lo que serán los próximos años y décadas del país a partir de lo que se ha hecho en el pasado en este ámbito. “Como sociedad se ha actuado bien en ciertos momentos. Ha habido cuatro grandes agendas sobre ética, probidad o integridad pública en los últimos años que así lo demuestran. Aun así, en otras se ha reaccionado de forma tardía o muy acotada, algunas para salvar la coyuntura y esto requiere una mirada de largo plazo, una adecuación de las instituciones y mejorar nuestro ecosistema de transparencia, probidad y acceso a la información”.