- El Consejo para la Transparencia (CPLT) lanzó una campaña informativa para explicar a los usuarios de aplicaciones, plataformas y redes sociales que se comparte gran cantidad de datos personales con las compañías bajo condiciones que los usuarios desconocen y que podrían además ser usados para hacerse pasar por la persona sin consentimiento.
El Consejo para la Transparencia (CPLT), enfatizó en la necesidad de informarse respecto de las políticas de privacidad y condiciones que entregan las compañías de redes sociales, apps y otras plataformas electrónicas para evitar que los datos personales que entregan sean mal utilizados, por ejemplo para suplantar la identidad de las personas. En términos simples, este delito lo comete cualquiera que se apropie del nombre de un individuo para usarlo haciéndose pasar por ella actuando sin su consentimiento.
El presidente del CPLT, Jorge Jaraquemada, explicó que “La legislación en este ámbito no nos protege adecuadamente ante usos no autorizados de nuestros datos personales y hasta ahora la ley ha tenido pocas adecuaciones pese a los cambios tecnológicos. Parte de nuestros datos personales los compartimos vía redes sociales y pueden ser usados sin nuestro consentimiento para fines que desconocemos y que nos pueden hacer pasar un mal rato. La identidad y datos personales de una persona requieren protección”.
El ilícito suele producirse aparejado a otros actos reñidos con la ley y usarse como “medio” por parte de un tercero para obtener beneficios económicos o perjudicar a aquel que es suplantado. Así, en muchas ocasiones, el objetivo final tras la usurpación de la identidad de alguien es llevar a cabo un delito de estafa o fraude, como ocurrió con el animador de televisión Francisco Saavedra y algunos deportistas y actores, entre otros.
Pero personajes conocidos no son los únicos que se pueden ver expuestos a este tipo de situaciones. En general, cualquier usuario de Internet comparte gran cantidad de información -fotografías, cuentas de correo o bancarias, hasta su geolocalización-, con el objeto de identificarse e interactuar en el mundo digital, mucha de la cual corresponde a datos personales.
Ante ello y dado que a partir del uso de este tipo de antecedentes se abren oportunidades para construir identidades en línea, facilitando incluso su modificación sin el conocimiento del titular de esos datos, el Consejo para la Transparencia inició una campaña informativa en redes sociales para explicar que parte de los antecedentes que entregamos a las empresas en ambientes en línea son datos personales que deben ser protegidos por las entidades y que el usuario puede tomar algunas precauciones.
Sin embargo, el titular del CPLT subrayó que la ley de protección de datos personales en Chile está obsoleta –data de 1999- y no resguarda de manera adecuada los derechos de los usuarios sobre este tipo de información. Apuntó que de aprobarse la redacción actual del proyecto de ley que moderniza la normativa -en trámite en el Senado-, “será el Consejo la agencia encargada de fiscalizar el tratamiento, uso y resguardo de datos y podrá sancionar el tratamiento ilegítimo de datos ante incumplimientos de la ley como ocurre muchas veces cuando se suplanta la identidad de una persona”.
A modo de ejemplo agrega que “si alguien crea un perfil falso y usa el nombre o la foto de alguien más que encontró en Internet y contrata un servicio a nuestro nombre o se relaciona con una persona engañándola y haciéndola creer que es su identidad, el llamado es a tener cuidado al momento de compartir los datos personales en plataformas y redes sociales –leyendo por ejemplo las políticas de privacidad de las plataformas o redes sociales-, y tomar resguardos en el acceso a los perfiles”, finalizó el máximo representante del Consejo.
Para establecer límites al acceso que se tiene a los datos que se intercambian en ambientes en línea, desde el Consejo para la Transparencia recomiendan revisar las políticas de privacidad generales y condiciones que ofrecen las compañías e industria digital. Lo anterior dado que implican otorgar consentimientos amplios y autorizan múltiples tratamientos de datos además de un extenso catálogo de finalidades para los que pueden usarlos.
Pese a ello, “estudios del Consejo han mostrado que un porcentaje muy bajo de usuarios las leen”, destacó el titular del CPLT. “Por ahora, sin una nueva ley de datos personales el llamado a las empresas es a tener políticas de privacidad claras y fácilmente accesibles”, apuntó Jaraquemada.